Acerca de estos delirios

Acá voy a escribir lo que quiero y en la medida en que tenga ganas... No crean que es el blog de García Márquez o de un ganador del Pulitzer; simplemente son cosas que se le ocurren a alguien a quien le gusta compartir. Al que le guste que lea, y al que no, no importa. Nadie se va a morir por no hacerlo... Después de todo lo mío es la radio che!!!

martes, 31 de mayo de 2011

XIII Feria de la papa andina en Tumbaya

Durante mi viaje a Perú, allá por 1995, sentí hablar de la gran variedad de papas que existen y que uno realmente desconoce. Pero todo quedó allí. Yo seguí comiendo mis papas fritas de siempre, mi puré y las papas al horno tradicionales, con los tubérculos que llegaban desde Balcarce o Villa Dolores.

El fin de semana pasado, visité la localidad quebradeña de Tumbaya, con motivo de realizarse la décimotercera Feria de la Papa Andina. Tumbaya es un pequeño pueblo prehispánico de la Quebrada de Humahuaca, situado a 45 kilómetros de la capital de Jujuy y a orillas del Río Grande, que apenas supera los trescientos habitantes.

El encuentro se realiza desde hace más de una década, gracias al trabajo de organizaciones no gubernamentales, y la participación de los campesinos que llegan con sus productos desde comunidades como Purmamarca, Cianzo, Tilcara, Maimará, Caspalá, Patacal, El Chañi y varias más. Año a año, el lugar de encuentro va rotando para que todos tengan la posibilidad de recibir a productores y visitantes.

En la feria pude apreciar la variedad de tubéculos con sus diferentes formas, colores y sabores. El sentido del encuentro es precisamente recuperar las distintas variedades y saber que si en un lugar se ha perdido alguna de ellas, hay agricultores en otros sitios de la región que la cultivan y así realizar intercambios de semillas.
Hay más de cien variedades de papas que se cultivan en la región andina. Cada una requiere de condiciones determinadas de clima y suelo. Es por ello que no es posible juntar nunca la totalidad de las variedades. En Yacón, por ejemplo, existe un tipo de papa que se cultiva en un predio de tan sólo dos hectáreas, ya que es el único sitio que reúne todas las condiciones necesarias para el desarrollo de la planta.

Algunas de las papas que los agricultores presentaron en esa oportunidad, son: ojo de señorita, tuni blanca, tuni rosada, papa collareja, cusqueña, imilla, tuni morada, tónica y astita, entre otras. Poco a poco la muestra se esta diversificando, por lo que los productores también llevaron sus variedades de maíces, quinoa, yacón y demás cultivos andinos.

Luego vino la música y la premiación a los expositores. Un dato curioso e interesante que me llamó la atención: a gente trabajadora de la tierra, el mejor premio que se le puede hacer es la entrega de herramientas. Palas, picos, machetes y serruchos, fueron los obsequios, que los expositores recibienton con alegría.

Un sábado diferente, conociendo culturas y costumbres del norte argentino.

sábado, 28 de mayo de 2011

Recordando a Vicente…

En tiempos de computadoras, internet y telefonía móvil 3G, en los que la tecnología nos ha pasado por arriba, se hace cada vez más difícil encontrar quienes sepan desarrollar oficios como antes. Es cierto que quedan zapateros, plomeros, talabarteros y unos cuantos “eros” más. Pero ya no resulta sencillo conseguir torneros matriceros, fresadores u oficiales viradores. Un presidente, al que no hace mucho tiempo “nadie votó”, los declaró prescindentes de un día para otro cuando era más fácil y barato sacar la vieja heladera a la calle y comprar una nueva que arreglarla.
De mis años de infancia, recuerdo a aquellos que me salvaban las papas cada vez que un clavo me pinchaba la cámara de una rueda de mi vieja bicicleta amarilla. Y yo que era un completo inútil para esas cuestiones, debía recurrir una y otra vez a sus pequeños talleres. Gracias a Dios, los bicicleteros nunca nos dejaron, porque sigo careciendo de la más absoluta habilidad para emparchar una cámara y colocar la rueda como corresponde.
Hoy, al enterarme de que el 29 de mayo es el día del biciletero, me vinieron a la memoria aquellas imágines de un tiempo maravilloso: mi infancia en Villa María.
No recuerdo los nombres de todos los que atendían mi “bólido de dos ruedas”, pero sí del último que me arreglaba la que tenía cuando ya estaba a punto de dejar la adolescencia. Se llamaba Vicente. Vicente Scocozza para más datos. Creo que no hace falta aclarar que el hombre no era alemán; tampoco escocés…
Vicente era el hermano de Angelita, la vecina más amada por mis buenos viejos. Esa que estaba en todo momento y para lo que fuese. La de las siestas de mates; de tortas fritas pasadas por encima de la medianera; de largas horas de compañía en los momentos difíciles; del abrazo obligado con brindis incluido el 31 de diciembre a la medianoche; la de la entrega generosa a pesar de su humildad notable.
Vicente era igual. Casi un calco diría. Uno los distinguía por el pantalón o la pollera según fuera el caso.
Vicente fue ferroviario. Un día se jubiló y, como todo el que está acostumbrado a trabajar durante toda su vida, sentía que necesitaba hacer algo para llenar sus días. Así puso su biciletería en el garage de su casa y hasta allí llegaba yo cada tanto. Un día para que me pintara la vieja bicicleta usada que me habían regalado los papás de mi amigo Martín; otro día para arreglar las pinchaduras y tiempo después porque se me salía la cadena y no había manera de hacerla quedar bien...
Un día Vicente se fue para siempre; no de la mejor manera. Tampoco importa mucho cómo. Aún lo recuerdo el día de su velatorio, con un pañuelo alrededor de su cuello y Angelita preguntando por qué…
Pasaron más de 20 años. Los recuerdos se confunden en la mente y ya pocos quedan. Menos mal que alguien inventó el Día del Bicicletero, porque así Vicente, vendrá nuevamente a la memoria.

A 201 años

Hacía mucho tiempo que no participaba de una fiesta patria. Para eso hacen falta sentimientos que hace tiempo perdí; o eso es lo que pensaba. Tal vez mi mayor fervor patrio de los últimos años, haya sido colgar una bandera en alguna ventana de la casa en una fecha que lo ameritara o, como mucho, ponerme la camiseta de la Selección Nacional cada vez que Argentina jugaba un partido por un mundial.
La verdad es que, aunque me duela mucho decirlo, términos como bandera, escarapela, himno, Patria, carecían de demasiado significado para mí. ¿Por qué? No sé. Tal vez desilusionado por la clase dirigente. Enojado con los militares que levantaron sus armas contra el pueblo; asqueado de los políticos miserables y mentirosos que nos han gobernado –y lo siguen haciendo- en los últimos años; indignado al ver dirigentes gremiales que se preocupan más de engrosar sus cuentas bancarias que de defender los genuinos intereses de sus representados, los trabajadores. Peleado con una Patria que durante años me marginó de su sistema productivo, haciéndome pagar muy caro el más grave de los delitos que alguien puede cometer en este país: atravesar la edad de los treinta o treinta y cinco….
Todo eso fue llevándome lenta pero implacablemente, a vivir una apatía patria como no recuerdo que me haya ocurrido antes.




Pero esta vez fue distinto. Me dije “vamos vivir el primer 25 de mayo jujeño, al menos hasta donde den las ganas”… Al fin y al cabo no sé si es precisamente la Patria, la responsable de mis desengaños. Y realmente fue reconfortante.
No fue la experiencia de otros tiempos. No fue con el fervor de aquellos años en los que con la escuela o los boys scouts ensayábamos orgullosos durante horas y días, para no equivocar el paso al ritmo del “izquier derecha izquier….”. De haber llovido, tal vez no hubiese dejado la pieza del hotel. Pero no fue así. El día estuvo muy lindo y me lancé decido a la calle.


Parece que no soy el único desilusionado, ya que no se juntó una multitud como antes, igual pero muchos jujeños se hicieron presentes. Los que desfilaban y los que disfrutaban al paso de escuelas, militares, bomberos, policías y agrupaciones gauchas. Los vendedores ya no pregonaban “empanadas calientes para las viejas sin dientes” como repetíamos sistemáticamente todos los años en las fiestitas de la escuela primaria. Pero allí estaban. Hoy vendían garrapiñadas, panchos, gaseosas y galletitas de chocolate rellenas de crema de frutilla. En definitivamente siguen siendo los mismos vendedores que se ganan el pan, mientras ofrecen sus productos al pueblo congregado en torno a la plaza central.


Y llegó el momento del Tedeum; los discursos y las ofrendas florales al pie del monumento al General Manuel Belgrano. Justito al frente del Cabildo, donde el entonces Jefe del Ejército del Norte hizo jurarle al pueblo jujeño su fidelidad a la bandera recién creada, hace 199 años. Esa misma bandera, que hoy se exhibe orgullosa en la Casa de Gobierno de San Salvador.


Los militares servían chocolate caliente al público presente, mientras unas jóvenes damas obsequiaban madalenas decoradas con los colores de la enseña patria. Una pareja criolla hacía guardia de honor con sus mejores pilchas frente al monumento del prócer y todo estaba listo para el comienzo del desfile.
Después de mucho tiempo, yo lucía orgulloso una hermosa escarapela tejida. No es poca cosa para mi primer 25 de mayo en Jujuy…



viernes, 27 de mayo de 2011

Misa Criolla, donde religión y cultura se funden

Música - Historia de la célebre obra compuesta por Ariel Ramírez

Los grandes músicos han realizados obras integrales para plasmar su sentir religioso, ya sea como una manera de elevar su oración al Señor, de manifestar su amor por María o de manifestar su devoción por los santos.

Desde siempre, el hombre ha sentido la necesidad de expresar su religiosidad; en muchos casos, a través de las diferentes manifestaciones artísticas. Para ello se valió de pinturas, canciones, poemas, cuentos, novelas, películas, danzas…
El año 1964 dejó una obra musical inmensamente popular en el mundo entero: La Misa Criolla. A ella le han sucedido infinidad de trabajos similares realizados en los diferentes idiomas y los más diversos ritmos y géneros musicales. Pero sin dudas, la creación de Ariel Ramírez, en sus distintas versiones, es la más difundida.
La Misa Criolla fue la que marcó un punto de inflexión, no sólo en las carreras profesionales del músico santafesino y de Los Fronterizos, sino en el folklore argentino y su reconocimiento en el ámbito internacional. ¿Pero cómo se gestó tan maravilloso trabajo?
La idea de escribir una misa, hacía varios años que rondaba en la cabeza de Ariel Ramírez. Hacia 1950 partió a Europa en busca de nuevas experiencias y más conocimientos. Allí vivió durante un tiempo en un monasterio austríaco y trabó gran amistad con su director, a quien acompañó durante un traslado a Alemania. Fue en una ciudad a cien kilómetros de Frankfurt, donde Ramírez conoció a dos monjitas cuyo testimonio lo marcaron profundamente. Un día mirando unos bellos jardines frente al convento, las monjitas Elizabeth y Regina Bruckner le dijeron: “Es una belleza pero usted no sabe lo que hemos llorado nosotras durante la guerra, porque ahí era un campo de concentración donde había como 800 judíos esperando la muerte que les había fijado el nazismo’. En aquel momento, quien ayudara a un judío era condenado a la pena de muerte y pese a ello, las religiosas se las arreglaban para pasarles comida por debajo del alambrado todas las noches. Corría 1952 y la historia de las religiosas había movilizado de tal manera al joven pianista, que decidió dedicarles una obra.

Semejante acto de heroísmo y humanidad, bien valía un homenaje. En un principio, pensó en hacer una versión criolla del Ave María. Cuando volvió a la Argentina, al promediar la década, se abocó de lleno a la Misa Criolla, obra que escribió especialmente para que la cantaran Los Fronterizos.

Antecedentes

Si bien hoy existen en el mercado diferentes “Misas”, el pianista no tenía muchos modelos en que basarse. Apenas si se había difundido muy tímidamente la “Misa Luba”, cantada en latín y con ritmos africanos. Decidió entonces abordar los ritmos de los que se había imbuido durante sus viajes al norte del país, cuando aún era un muchacho. Vidalas, bagualas, carnavalitos, takiraris, erques, quenas, charangos y pincullos, se convirtieron en términos familiares para él y ya nunca, a lo largo de su carrera artística, se apartaría de ellos.
Definido el estilo que utilizaría, la parte musical no fue mayor problema; las dificultades se presentaron a la hora de decidir el texto litúrgico. Un amigo de la infancia, también santafesino, fue quien le allanó el camino. El padre Osvaldo Catena lo orientó en esta obra y le acercó los textos en español (no olvidemos que estos se aceptaron en 1962 ya que, antes, las misas eran en latín) De esta tarea participó también el sacerdote Alejandro Mayol.

Han quedado en el recuerdo de todos, los nombres de Ariel Ramírez y Los Fronterizos. Sin embargo es importante destacar al menos, que otros artistas fueron también piezas fundamentales para lograr el éxito de la Misa Criolla y Navidad Nuestra (lado B de aquel viejo LP) Participaron de este trabajo, Domingo Cura en bombo y timbales; Jaime Torres en charango; Alfredo Remus en contrabajo; el Chango Farías Gómez en bombo y accesorios de percusión, y Raúl Barboza dando vida al chamamé “La Anunciación”, con su acordeón. Luis Amaya, José Medina y Juancito El Peregrino, aportaron el sonido de sus guitarras. A ellos hay que sumar el invalorable aporte del padre Jesús Gabriel Segade, al frente del coro de la Cantoría de la Basílica del Socorro.
El éxito de la Misa Criolla fue inmediato. De todas partes llegaban los pedidos de los discos que salían a la calle y se agotaban con total rapidez. La obra estaba en boca de todos y la convocatoria a cantarla en vivo se repetía insistentemente. Sin embargo esto no ocurrió, al menos oficialmente, hasta marzo de 1967, en que fue presentada en una catedral de Alemania. Más de veinte años más tarde, el 31 de mayo de 1978, la Misa Criolla se cantó por primera vez en función de la ceremonia religiosa, durante un oficio ecuménico concelebrado en la Catedral de Buenos Aires por líderes de distintas religiones y en varios idiomas, horas antes del comienzo del Mundial de Fútbol.

La Misa Criolla, muestra por excelencia de la cultura puesta al servicio de lo religioso, lleva vendidos en todo el mundo más de sesenta millones de discos de su grabación original y la innumerable cantidad versiones en otros idiomas.

Publicada en Periódico Católico Encuentro, edición mayo de 2012

lunes, 23 de mayo de 2011

Gente buena

Es mis primeros días en Jujuy, encontré gente macanuda che. Bien se merecen esto que no tiene mayor valor poético...


Hoy me di cuenta
Que hay gente buena en todas partes
Gente dispuesta a brindarte lo mejor
Desconocidos que no sabes ni sus nombres
Que te entregan lo que tienen con amor

Son los hombres y mujeres de mi tierra
Labradores de su suelo con tesón
Esforzados constructores de la vida
Artesanos de este mundo, sin rencor

Son los dueños de las luchas y esperanzas
Cuyos brazos nunca bajan sin razón
Van haciendo en el camino cotidiano
Un sendero rumbo norte a la ilusión

Los encuentra la alborada trabajando
No importando sacrificios ni sudor
Luchadores por derechos no obtenidos
Militantes del esfuerzo y el dolor

Forjadores de un destino diferente
Arquitectos de un mañana que es mejor
Son los hombres y mujeres de este suelo
Gente hermosa, de mi tierra ¡Si señor!


Cristián
Jujuy – 19 de mayo del 2011

domingo, 22 de mayo de 2011

Músicos cordobeses en la Jornada Mundial de la Juventud

A fines de febrero, el grupo de pop gospel rodó en Ciudad de Buenos Aires un video que formará parte de todas las promociones en español de la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar entre el 16 y el 21 de agosto en Madrid 2011, y contará con la presencia del papa Benedicto XVI.


Con las ilusiones y la fuerza propia de los años jóvenes, un grupo de amigos decidió aunar sus voces y su música en un proyecto cristiano. La Viajera fue el nombre que entonces les pareció indicado para la banda musical, considerando que estaba formada por músicos de distintos puntos de la provincia, que debían viajar varios kilómetros para poder reunirse. Con el correr de los años, las obligaciones de cada uno de los integrantes hicieron que poco a poco se fueran alejando, para ser reemplazados por nuevos nombres, que se sumaban con la misma y esencial característica: ser todos “locos por Cristo” que comprendieron que el Señor los llamaba para algo más grande; tener una banda propia y realizar lo que el Santo Padre les pedía; generar una nueva evangelización, con nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones. Fue entonces cuando decidieron rebautizar al grupo como El Grito de Abel (EGDA). Rememorando el pasaje bíblico “La voz de tu hermano clama desde la tierra” (Gen. 4-11), EGDA pretende prestar su voz a los que sufren, a los dolientes, a los hombres y mujeres de buena voluntad que no tienen voz para manifestarse.

Enrolados en lo que llaman “pop gospel”, la banda nació en la ciudad de Villa María al despuntar el nuevo siglo. En el otoño del 2000 comenzaron a transitar los senderos de la música cristiana y, poco a poco, fueron ganándose un lugar..

En 2005 de manera independiente grabaron su primer disco llamado “Buscando la Gran Ciudad”, que fuera coproducido por Enrique Aiello, músico villamariense que cuenta con una amplia trayectoria al lado de figuras como Fito Paez, Mercedes Sosa, Piero, Pedro Aznar, Manuel Wirtz, Chango Farías Gómez , Valeria Lynch y Julia Zenko entre otros. Se trata de un disco en el que fusionan rock, pop y funk, que ha sido muy bien receptado por el público, en especial el más joven, y con el que han demostrado que se puede hacer música cristiana de manera profesional, joven, actual y atractiva.

Tres años más tarde, EGDA participó del certamen OPERACIÓN CRISTO “Al Señor de todos los tiempos”, organizado por el sello colombiano CMG RECORDS y la Fundación Edificar. La canción “Corre”, de Mingo Medina –autor de todos los temas y coros- fue elegida ganadora entre todas las que llegaron de América Latina y España. Un jurado integrado por Javier Montes –director musical y cantante de Son by Four, el productor de la cadena televisiva EWTN Douglas Archer y el productor discográfico Pedro Vengoechea, seleccionó a la canción cordobesa y el grupo obtuvo como premio la grabación de un nuevo material discográfico. Nació así “Globalizados”, con nuevos temas y remozadas versiones del material anterior. El disco se grabó en Colombia, las voces se pusieron en Villa María y fue masterizado en Inglaterra. En todo momento EGDA propone un mensaje de valores a través de la música con una marcada estética pop.

Entre noviembre y diciembre de 2009 participaron de la grabación de la canción navideña “Canta conmigo”, donde compartieron con destacados músicos cristianos de España, Colombia, Republica Dominicana y Argentina. Al año siguiente, con el disco recién salido de estudio, las canciones de EGDA comenzaron a sonar en emisoras de Latinoamérica, en especial Radio minuto de Dios, de Colombia, donde permanecieron durante meses en el TOP 15 de la programación.


Pero no todo quedó allí. La participación de un año antes en la canción navideña permitió que fueran escuchados por autoridades del Proyecto Infinitum –dedicado a la difusión del Santo Rosario - que estará presente en la jornada Mundial de la Juventud, a desarrollarse del 16 al 21 de agosto en Madrid. La canción “Corre” fue seleccionada para la campaña de difusión de dicho encuentro. Por tal motivo, a fines de febrero se rodó en Capital Federal el video que formará parte de todas las promociones en español antes y durante la jornada presidida por el Papa Benedicto XVI.

Así, paso a paso y con mucha humildad, EGDA realiza su misión apostólica desde el sitio para el que fueron llamados por el Señor: la música. Agradecidos como son de poder hacer lo que tanto les gusta, destacan siempre el apoyo recibido por Radio María Argentina y la Red de Artistas Católicos de Córdoba, que han creado un espacio en le que todos los artistas puedan expresarse.

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INTEGRAN EL GRITO DE ABEL

Sebastián Rosa: voz
Lucas Sigifredo: teclados
Domingo Medina: coros - guitarra
Tomás Rivera: guitarra
Lisandro Gilla: bajo
Lucas Rivera: guitarra- Mini Korg


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Corre (canción seleccionada para la difusión de la JMJ)

Corre por las arenas corre,
navega por el mar y corre,
corre por las ciudades,
dulce nombre....
Una campana fuerte suena,
su mensaje lo lleva el viento,
de boca en boca surges,
dulce nombre....
entre la multitud camina,
buscando la gran ciudad.
Ensoñaciones en la niebla revelan eternidad.
Un flash de esquirlas de oro fino,
destruyen la oscuridad,
nuevos caminos invisibles,
lo llevan a otro lugar.
Corre por el desierto corre,
por las constelaciones corre,
alguien escucha al fuego y grita el nombre.
Señales rojas en lo alto,
me hacen nombrarte por las calles,
devoras mis amores y te haces carne....
Entre la multitud camina,
buscando la gran ciudad,
ensoñaciones en la niebla,
revelan eternidad....
Dulce nombre en muchos siglos,
largo amor por el camino,
semidioses, que se hunden ,
dulce nombre por los siglos....
Por los siglos de los siglos,
en los siglos de los siglos, dulce nombre
te revelas a la muerte y al olvido.....

Mingo Medina

Artículo que publiqué en Periódico Católico Encuentro