Acerca de estos delirios

Acá voy a escribir lo que quiero y en la medida en que tenga ganas... No crean que es el blog de García Márquez o de un ganador del Pulitzer; simplemente son cosas que se le ocurren a alguien a quien le gusta compartir. Al que le guste que lea, y al que no, no importa. Nadie se va a morir por no hacerlo... Después de todo lo mío es la radio che!!!

viernes, 23 de marzo de 2012

Raúl Calizaya: “Belgrano y Jujuy están hermanados en la historia”

Raúl Calizaya es jujeño de pura cepa. Su profesión es la de escribano; su pasión la música, la historia y la cultura de Jujuy en sus diferentes expresiones.


Con su amabilidad característica, Raúl Calizaya dejó su vieja máquina de escribir de lado, una de esas que todavía usan los escribanos, y recibió a Jujuy al Momento en su oficina de la calle Independencia.

Su documento no se condice con la realidad, porque los ochenta años sobre las espaldas de este hombre nacido en 1931 en La Quiaca, no se le notan ni sospechan cuando uno ve su vitalidad y ganas de hacer cosas. Es maestro normal. Estudió en la Escuela Hipólito Irigoyen de La Quiaca, hizo el secundario en la Escuela Normal de San Salvador y se recibió de Escribano en la Universidad Nacional de Córdoba.

Es uno de esos personajes a los que no es necesario preguntarles nada, porque la charla brota espontánea, vaya por los carriles que vaya, siempre es interesante.

Apenas encendido el grabador comienza diciendo una verdad que no siempre tenemos en cuenta y que debería alcanzarnos a todos: “Sabemos que no solamente tenemos que brindarnos en la faz, profesional porque cumplimos con una función y una misión social. Tenemos que hacer algún aporte a la sociedad. De ahí que viene la necesidad de vincularse con las instituciones, con las inquietudes de las comunidades, de los pueblos y los intereses de la provincia”.

Calizaya se enorgullece de haber tenido la iniciativa hace años, de publicar una revista que se llamó Alero Coya y que tuvo difusión antes de que Jujuy fuera declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. “Nosotros ya empezamos a hablar  del paisaje, de la historia, de las tradiciones y encontramos unas vetas fabulosas que no estaban explotadas, como la tradición oral de los mitos, cuentos, leyendas” dice.    

La charla va de la historia a la música, pasa por las tradiciones y el origen de las canciones folklóricas. Pero sin dudas que su mayor pasión es hablar de su Jujuy querido y las gestas heroicas de la Independencia.

Jujuy ha sido el escenario de cientos de combates en la lucha por la Independencia, no reconocidos. Muchas veces se han soslayado estos acontecimientos por parte de la historia oficial. De allí que ahora que vamos a cumplir el Bicentenario del Éxodo Jujeño, están reflotando cosas nuevas y hasta nombres de personajes, héroes olvidados  que esperan el reconocimiento.


Déjenos uno de esos nombres
Por ejemplo Diego Cala, un súbdito del Ejército Eexpedicionario al Alto Perú, a las órdenes de Pueyrredón, de Belgrano, de Lamadrid y Dorrego. Ha perdido la vida por haber caído prisionero junto con el Marquez Campero, que se había declarado partidario de la causa libertaria, en Yavi, en diciembre de 1816. Por llevar sangre india lo fusilaron inmediatamente en la plaza. Es un héroe; un pro mártir, como lo fueron los Hermanos Giménez, de Huamahuaca.


¿Ellos tampoco son reconocidos por Jujuy?
Recién los estamos descubriendo nosotros mismos. Fue una sorpresa encontrarnos con estos datos ilustrativos que no figuran en los partes de guerra ni en las páginas de la historia grande de nuestro país,  pero que hacen al sentir, a la idiosincrasia de un pueblo que siempre se ha sabido levantar en armas para defender una causa como la defensa de los ideales de la Revolución de Mayo, que son los
Ideales de la Libertad y de la Independencia.



¿Por qué a pesar de su riqueza geográfica, histórica, cultural, Jujuy es tan poco reconocido en el resto del país?
Sabe qué pasa… Nuestro país es enorme, es extenso y a través de los años siempre ha prevalecido un absorvente centralismo. Las cosas se miraron siempre desde la metrópolis, desde el puerto, desde la capital del país hacia el interior. Entonces son muy pocos los personajes y los dirigentes que han puesto los ojos en el interior el país. Prevalece el puerto y su mirada hacia Europa, hacia Estados unidos, la misma Inglaterra y nos olvidamos del interior del país. Por eso es que si bien nuestro país es extenso, es amplio, tiene un interior raquítico, con una cabeza muy grande que es la Capital Federal, muy absorvente. Usted puede comprobar ahora mismo el enorme porcentaje de habitantes que tiene la Capital contra la despoblación que prevalece en la Patagonia y los pueblos cordilleranos y hasta del Litoral. Falta el equilibrio social, el económico y hasta el político.

Desde el Norte está emergiendo un ato concepto de soberanía en el país, porque también es Argentina. Aquí también flamea nuestra bandera y se aprecian los valores de Patria y respeto a los símbolos nacionales. Somos, si se quiere, los defensores de la soberanía nacional en estas latitudes.


Cómo fue en tiempos de la Independencia conteniendo los ataques realistas…
Efectivamente… Fíjese que si hablamos de las luchas por la Independencia este ha sido el escenario en donde se suscitaron tantos encuentros. Donde tuvimos que soportar ocho invasiones españolas y rechazarlas a todas, a pesar de las órdenes que venían de Buenos Aires, de que la población y el Ejército tenían que retirarse hasta Córdoba. Tuvimos que desobedecer las órdenes del centralismo porteño y hacer frente a los realistas en Jujuy, en Salta, en Tucumán, hasta revertir la cosa.

Belgrano y Jujuy están hermanados en la historia, más que con cualquier otra provincia. Es por eso que le dejó en obsequio y como un recuerdo permanente, aquella bandera que lleva las armas de la defensa civil en Jujuy.

Acá se enarboló la bandera después que se lo hiciera en las barrancas del Río Paraná; acá se la bendijo y se prestó el juramento. ¿Le parece poco el sacrificio de todo un pueblo, de tener que abandonar la población porque las huestes españolas nos estaban asediando?

A pesar de tropezar con la incomprensión de las autoridades centrales de Buenos Aires, estamos hermanados. ¿Quién puso el pecho? ¿Quién enfrentó decididamente a los enemigos de la Patria? Han sido un pueblo y un general inspirados por la misma causa. Ese el orgullo que tenemos los jujeños. Esa es la faceta de la historia que no está reconocida en todo el ámbito del país. No se enseña el Éxodo Jujeño en las escuelas de Mendoza o la Patagonia, como si esto fuera un país que sostenía otra causa. Si era la misma causa de San Martín en Cuyo; la misma causa de Artigas en la Banda Oriental. De allí que nace el orgullo y la comprensión de este pueblo jujeño.


Un hombre multifacético
Calizaya ama a su Humahauca natal. Allí trabajó más de diez años como escribano. Corrían los años 64 ó 65, y aquella era una ciudad con muchas necesidades.

La Quiaca es una ciudad con historia –dice- que tiene el derecho de buscar un resurgimiento económico y social; merecer la atención de los órganos gubernativos. Por eso empezamos a escribir de historia, folklore, arqueología, etnografía, literatura. Es decir, tratamos de avanzar en los más diversos rubros para rescatar lo más valioso de estos pueblos y difundir, por que son valores que hacen a la esencia del desenvolvimiento espiritual de los pueblos.

En su rol de investigador folklórico, en el año 1975  presentó en el Segundo Congreso Nacional de Folklore desarrollado en Jesús María, su ponencia sobre el origen de la zamba La Yaveña.

Al respecto Calizaya cuenta: La zamba La Yaveña es una de las mejores expresiones del folklore argentino, que se canta en Yavi desde hace muchos años. Tiene una historia muy atrayente. Uno de sus primeros versos fue escrito por Esteban Echeverría, el amante de la libertad, quien en 1832 trajo desde Europa las fuentes del Romanticismo. En 1837 publicó su poema “Ausencia”, que en una de sus estrofas dice:  

“Fuese el hechizo del alma mía
y mi alegría se fue también
en un instante todo he perdido
¿donde te has ido mi amado bien?”      

El paso del tiempo adecuó el primer verso al gusto popular, para dejarlo como se lo conoce hoy: “Se fue el hechizo del alma mía…” La tradición oral permitió que la estrofa trascendiera a los almanaques y con el correr de los años se incorporó a la zamba, cuyo autor quedó en el olvido.

Esos versos han sido receptados por nuestras comunidades y han quedado como un tesoro inapreciable. Después la comunidad s encarga de mejorar las cosas y de incorporar nuevos versos y plasma toda la composición que se llama la Yaveña. Esa pieza es una de las más puras del folklore argentino que ha vencido las coordenadas del tiempo y el espacio. Es la suma del acopio de la gente más representativa de cada comunidad. Uno le agrega una palabra, otro le quita un verso, otro sustituye una frase. Esas son las verdaderas expresiones folklóricas, que vencen el tiempo y la distancia. 


Trascienden, se pierde en la memoria el nombre de su autor y pasan a ser de todos…

Exacto. Son del pueblo. Esas son las verdaderas piezas folklóricas. Contemos cuantas son las obras folklóricas que han trascendido el tiempo y el espacio y vamos a ver que son muy pocas. Esta es una de ellas.