Acerca de estos delirios
Acá voy a escribir lo que quiero y en la medida en que tenga ganas... No crean que es el blog de García Márquez o de un ganador del Pulitzer; simplemente son cosas que se le ocurren a alguien a quien le gusta compartir. Al que le guste que lea, y al que no, no importa. Nadie se va a morir por no hacerlo... Después de todo lo mío es la radio che!!!
De visita en San SAlvador de Jujuy en campaña política, apoyando a los
candidatos del PRO, el ex árbitro de fútbol Javier Castrilli, conversó con
Jujuy al Momento acerca del problema de la violencia en los estadios. Explicó por qué hay tanta violencia y dijo
cómo se soluciona.
¿Qué hacemos para combatir la inseguridad de las canchas, que ha corrido a
tanta gente?
Primero tenemos que combatir a los políticos que se aprovechan de la
violencia en el fútbol, para proveerse de fuerzas de choque propias. Aunque
parezca mentira hay políticos, hay gremialistas que se encargan de eso y cuando
llegan al poder en lugar de combatirlos tienen un aprovechamiento de la
problemática para rédito político; ellos los usan para romper el acto de los
otros, para guardia pretoriana, que no les rompan el acto de ellos y en algunos
casos, para no comprometer el accionar policial envían a sus muchachos,
simpatizantes con la causa, para romper una huelga, una manifestación o un piquete.
Imposible sin el apoyo político…
Obviamente que si no tuvieran apoyo político esto ya se hubiera solucionado porque
es fácil de solucionar…
¿Cómo…?
Primero transformando la geografía del lugar porque estamos hablando de
espacios cerrados, difíciles para el control del Estado. Antes tenemos que
decir que el Estado ha perdido el control de los espacios; en la cancha hay
lugares en donde la policía no entra. Es una barbaridad porque en cualquier
sociedad que se precie de organizada el Estado no puede decir que no puede
ingresar en determinados espacios. Ingresar a una popular donde están los
barrabrava, se ha transformado en un tabú para la Policía; eso es un absurdo total.
Los barrabravas manejan otros códigos y
hacen lo que se les da la gana, incluso traen a los turistas de tour y cobran
para eso. Todo eso pasa en Argentina bajo la mirada complaciente de quienes
gobiernan, de la Policía Federal Argentina
o desde las diferentes policías. Todo eso hay que cortarlo.
¿De qué manera se hace?
Al barrabrava es fácil neutralizarlo porque tenemos un delincuente que
actúa a cara descubierta que lo podemos identificar y hacer que se porte bien.
Así de sencillo. Los responsables de hacerlo son los funcionarios policiales y a
estos los dirigen los funcionarios políticos ocupando espacios de toma de
decisiones.
¿Cómo es el tema del derecho de
admisión?
Hay dos herramientas legales que son fundamentales; de las dos la que menos
efecto produce es el derecho de
admisión. Como lo dice su denominación es “un derecho”, no
una obligación del dueño de casa; así de sencillo. El dueño de casa decide a
quién deja entrar y a quién no por considerarlo violento. No tiene nada que ver
el derecho de admisión con la Justicia. La Justicia puede decir que los
barrabravas están libres y yo ejercer el derecho de admisión, porque es un derecho. En mi fiesta vos no entras porque
esta casa es mía. Eso lo podría hacer la dirigencia de Boca pero no lo hace.
La otra herramienta es la prohibición
de concurrencia que debería aplicarla la Justicia Argentina mediante
una medida cautelar, independiente del debido proceso. Uno es aprehendido por
haber cometido un ilícito ya sea contravención o delito y la Justicia le dicta
la prohibición de concurrencia como medida cautelar, de la misma manera que un
hombre golpeador es inhibido de acercarse a doscientos metros a la redonda de
su pareja golpeada. De la misma manera la prohibición de concurrencia hace que
el violento no se acerque en un anillo de doscientos metros a la redonda de un estadio.
El líder de una banda, de una asociación ilícita como es una barra brava,
necesita revalidar su liderazgo y nunca puede revalidar su liderazgo si está
ausente. El peor daño que le podemos hacer a un barrabrava es impedirle
ingresar al estadio.
¿Cómo se logra esto? Porque es
imposible que la Policía tenga las fotografías de todos los barrabrava.
Eso lo logra la identificación biométrica. Yo me fui del Gobierno en el año
2008 por el tema este. Yo exigí la colocación de un sistema de identificación
biométrica; todavía no se colocó.
Yo reformo los estadios con todos los espectadores sentados y de esta manera le
disputo simbólicamente el control territorial a la barra brava. Acá no hay dueño
de territorio, hermano. Acá el dueño del territorio es el que paga la entrada;
estás equivocado, vos no sos el dueño del territorio y portate bien -esa es la
advertencia- porque lo dice la ley, no lo digo yo. ¿Sabés por qué te tenés que
portar bien?, porque te coloco el sistema de identificación biométrica. Ahora
la Policía no le va a mandar a la Justicia NN, porque ya sabe quiénes son.
Con este sistema se logra saber quiénes están cometiendo esas irregularidades.
Ya no me interesa detenerlo en el momento de los hechos; lo puedo ir a buscar a
la casa porque ya sé quién es y se lo llevo a la Justicia. Yo reformo la ley y
le pongo la prohibición de concurrencia como obligación para el juez. Para
todo aquel que comete un delito o una
contravención en un espectáculo futbolístico, esa pena será una prohibición de concurrencia
que parte de los cinco años. Vamos
limpiando de a poco el fútbol porque la persona que se animó a cometer ese
delito, durante cinco años no entra a ningún estadio de primera división del
país, porque todos deberán tener el sistema de identificación integrado en
tiempo real.