Acerca de estos delirios

Acá voy a escribir lo que quiero y en la medida en que tenga ganas... No crean que es el blog de García Márquez o de un ganador del Pulitzer; simplemente son cosas que se le ocurren a alguien a quien le gusta compartir. Al que le guste que lea, y al que no, no importa. Nadie se va a morir por no hacerlo... Después de todo lo mío es la radio che!!!

jueves, 23 de octubre de 2008

Jubilaciones: adiós a las AFJP

No sé nada de Economía, pero creo que a pesar de ello, no estoy impedido de opinar sobre algunas cuestiones. Y esto lo digo porque “los que saben”viven metiendo la pata, y uno se las tiene que arreglar como puede en el día a día. En definitiva no sabré Economía desde lo académico pero tampoco soy ciego....

Cuando yo tenía unos 12 años, mi padre se jubiló con gran júbilo... Por fin el jubileo después de una vida de trabajo y sacrificio, decía presente. Y así vivió feliz, cosechando lo que sembró durante cuarenta años, hasta el momento de su muerte. La cosa era muy simple; uno trabajaba, le descontaban el 11 por ciento y luego de retirarse comenzaba a percibir un sueldo (con lo que antes le habían descontado) que todos conocemos como jubilación. Pasaron los años y llegó el gobierno de Carlos Menen. La premisa era una sola: sacarse de encima todo aquello que generara gasto a la administración pública. “Pasemos todo a manos privadas y que la gente de joda”, parecía ser el razonamiento. Claro, eso servía para que viviéramos en una nube, mientras que Don Menem y sus secuaces viajaban por todo el mundo haciendo ostentación; para que llevara a su peluquero y su profesor de golf, gratis en el Tango 01; para que María Julia vistiera sus tapados de piel mientras se mandaba la mar de las cagadas; para...; para.... y para.... Así fue que el gobierno del bueno de Don Carlos de un día para otro pasó compulsivamente a todos los trabajadores a alguna de las AFJP que se incorporaban al nuevo sistema de jubilaciones privadas. El que no quería, tenía que solicitar su paso al viejo sistema de reparto (el estatal de toda la vida)

Tiempo después, el presidente Néstor Kirchner, decidió hacer algunas modificaciones; eran éstos, tiempos de volver todo lo privado a manos estatales. Fue entonces que abrió la posibilidad de pasarse al sistema antiguo y tradicional, que era mucho mejor que el privado.... Muy pocos lo hicieron. Ahora, en el segundo mandato del presidente Néstor Kirchner (no jodamos y seamos sinceros, que Cristina gobierna sólo en los locales de Louis Vuitton...), como la elección de los “ciudadanos libres” no fue la por él esperada, decide borrar de un plumazo a las AFJP y volver todo al viejo sistema de reparto. ¿O deberíamos decir “decide traspasar 100 mil millones de dólares al ANSeS?

Reitero, no sé nada de Económia académica, pero tengo derecho a pensar que esto está dando mal olor... Se sabe que el Estado argentino tiene graves dificultades para cumplir con los vencimientos de la deuda, y esa suma en manos de nuestros funcionarios, es más que tentadora. ¿Está mal pensar que una vez más, el Gobierno (que históricamente se ha cagado en el pueblo sin importar de que partido haya sido) se va a afanar la guita de los jubilados para pagar sus deudas?

No sé si la medida es buena o es mala. Sólo sé que hace un año a los trabajadores les preguntaron ¿blanco o negro? Como respondieron negro, ahora el gobierno dice blanco... No sé si la medida es buena o es mala. Sé que una vez más en este país se cambian las reglas de un día para otro y con total impunidad. No sé si la medida es buena o es mala. Sé que Argentina cada vez tiene menos prestigio internacional. No sé si la medida es buena o es mala. Sólo sé que este gobierno tiene una capacidad increíble y única de hacernos pensar a los argentinos que no tiene la más puta idea de lo que debe hacer. No sé si la medida es buena o es mala. Pero tengo la certeza de que una vez más, nos han jodido. El tiempo lo dirá. Mientras tanto la Barby Cristina, sigue paseando con sus modelitos, su imagen fashion, sus cirugías estéticas y sus carteras Louis Vuitton... ¿Y el pueblo? Bien, gracias. De vez en cuando le tiramos un choripán con un vaso de vino y todo el mundo contento.

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