La
Revolución de Mayo fue más que señores de levita y galera
alzando la voz en el cabildo, y afuera el pueblo esperando para saber “de qué
se trata”.
Desde niños aprendemos en la escuela, siguiendo los
lineamientos de la historia oficial, que el 25 de mayo un grupo de patriotas
tomó las riendas de los destinos nacionales, mientras en la plaza el pueblo
esperaba expectante para saber qué ocurría. Así contada, la historia tiene
sabor a cuento.
Pero ¿qué había detrás de todo esto? ¿Cuál era el contexto en
que se produjo la
Revolución de mayo?
Para conocer un poco más de nuestra historia, en pocas
líneas, Jujuy al Momento conversó
con el historiador y defensor de las tradiciones Enrique “Chuncho” Medina León.
Hablamos del acontecer político en la primera década del sigo XIX y de Jujuy en
ese entonces.
El que define esta situación es el cabildo del 22. Allí
reaccionan un poco los pro realistas porque hasta ahí los traían mal y ahí
interviene el obispo Lué, que sostenía que España era dueña de todo esto y que
mientras existiera un español en España debía gobernar él. Nada de andar con
cosas raras.
Pero el obispo lo que hizo con esa postura, fue precipitar los
acontecimientos porque va de suyo que cuando se está gestando un movimiento de
estas características no siempre aparece químicamente puro. Acá lo que estaba en juego eran muchas otras
cosas pero se hablaba de cosas sin mayor relevancia.
Lo que también queda claro es que el 1810, que pretende ser
la réplica de 1809 en Chuquisaca. La
revolución del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca tuvo una característica:
la mayoría de los próceres que estaban actuando en ese momento en Buenos Aires
habían estudiado en Charcas, donde se estudiaban leyes.
El Virreynato del Río de la Plata es el último que se crea en América. Lo
crean los reyes de España en 1776 y la jurisdicción que le dieron provocó un
serio choque con Lima porque le pusieron las cinco intendencias más importantes
del Alto Perú: Charcas, Potosí, La
Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Esto generó malestar en Lima
porque lo importante era el Potosí con sus minas; el mundo conocía Potosí.
A raíz de eso nosotros nacemos siendo el ombligo de ese Virreynato.
En ese momento hasta Buenos Aires teníamos 2 mil kilómetros y hasta Lima otros
2 mil. Estábamos en el centro; no éramos la frontera Norte como lo hizo creer
Mitre.
Pegados a la productora de la moneda estampada,
comerciábamos directamente con el Alto Perú y la riqueza de las familias poderosas
era una riqueza monumental; los Gorriti, los Gurruchaga, los Moldes, los Izasmendi…
¿Qué participación
tuvo el imperio británico en esta historia?
Las costas de Atacama pertenecían al departamento Potosí,
por lo tanto como Virreynato, nacimos bioceánicos. A la capital la designan en
Buenos aires por la presión del Imperio Brasilero, que quería a toda costa
llegar hasta las márgenes del Río de la Plata, pechados por los ingleses que querían un
enclave colonial como el de Gibraltar en España.
En aquel entonces controlar la navegación de ese río era
controlar todo el comercio interior del Imperio. Inglaterra, al fracasar en las
invasiones de 1806 y 1807, decide no seguir por la vía militar sino por medio
de las confabulaciones políticas. Cuando se enteran los movimientos de mayo en
Buenos Aires, inmediatamente pone una estación naval y lo manda a Lord
Stranford de Ministro Plenipotenciario, que estaba en el mundo y conocía la
geopolítica de la época en el mundo. Lo manda para controlar el desarrollo de
este nuevo proceso. Es el que preparó la balcanización latinoamericana porque
acababan de perder las colonias del Norte y cuarenta años después les tenían
que competir de igual a igual a los norteamericanos y no querían que pasara lo
mismo en Sudamérica. Había que separarlos en pequeñas repúblicas para comerciar
con una o con otra y hacerlas pelear entre ellas.
Estamos en 1810…
En 1810 parecía que
la humanidad estaba dando giro en busca de nuevos horizontes. La monarquía ya
no daba resultado a la gestión de gobierno.
En 1810 cuando llegan las comunicaciones a Córdoba, Córdoba
no las acata. Liniers, el gobernador y el obispo se sublevan. Inmediatamente el
Gobierno de la Junta
manda un Ejército Auxiliar del Perú, cuya primera misión era llegar y aplacar a
los cordobeses. Mientras tanto le informa al arresto de las ciudades del
interior. Esa comunicación llega a Jujuy el 16 de junio, e inmediatamente fue
tratada por el Cabildo que se adhirió. Si las intendencias no se hubieran
adherido, no había revolución posible, porque el Alto Perú esperaba las
conductas que asumieran estas intendencias y en base a ello iban a actuar.
En 1810 había un fermento muy grande en todo el Virreynato.
Buenos Aires sin duda capitalizó todo eso y empezaron a reunirse como lo hacían
los cabildos. El cabildo es una antigua
institución llevada por los moros a
España. Era el gobierno de las ciudades des que se encargaba de los
mercados, los impuestos, ejército y justicia; luego fue cambiado por la
intendencia que es una institución de origen francés. Pero ya no es esa
democracia directa que se ejercía gobernándose uno como ciudadano de un pueblo.
En el cabildo, porque así estaban establecidas las cosas, se
reunía la clase dirigente; el pueblo miraba, ya que hasta acá no se le daba
mayor trascendencia. La primera reacción del pueblo asumiendo su destino, se da
con la Revolución
Francesa. Pero acá hablar de eso era mala palabra.
Los cabildos se citaban y se reunían. El cabildo de Buenos
Aires citó a no más de cuatrocientos miembros, de los cuales tomaron
participación unos doscientos, y de estos serían cien los interesados por las
cosas. No fue una cuestión total y absolutamente popular; el pueblo todavía
sigue esperando saber de qué se trata. El pueblo va a estar al acecho de las
últimas novedades que se desprendan de lo que se estaba cocinando, por ese
grupo que era el único capacitado. Era el único que tenía educación ya que en
aquel entonces el analfabetismo era enorme. Las mujeres no sabían leer ni
escribir porque se consideraba que era algo inútil. Las clases más importantes
que eran las que llegaban a los claustros universitarios o eclesiásticos eran
los únicos que tenían capacidad de discernimiento de alto nivel y podían
discutir de esas cuestiones.
¿Cuáles eran las
tendencias políticas?
Empieza a reunirse el cabildo y se manifiestan dos
tendencias claras: una pro española y otra anti española. Partiendo del hecho de
que nosotros éramos un virreynato español, la tendencia anti española no estaba
bien vista ni era alentada. Pero había una tendencia pro española que no
comulgaba con los españoles de la península, liderada por Álzaga. Era un fuerte
comerciante porteño que gastó de su propia plata en las invasiones del 1806 y 1807
y tuvo un enorme prestigio en Buenos Aires y el interior,
Martín de Álzaga murió fusilado por seguir insistiendo en no
dejar que el poder se les escurriera por los dedos a los ascendientes de
españoles peninsulares. La discusión se
va a centrar en quienes son ahora los dueños de esta cosa. Porque hasta ahí los
peninsulares discutían que los únicos que tenían acceso a los cargos de más
prestigio en el gobierno eran ellos (esto lo decía la legislación) y los americanos
pretendían estar en igualdad de condiciones.
Esto comenzó siendo una discusión de jerarquías de ese
nivel, pero se va radicalizando la cosa hasta que se llega a un punto de
confrontación en donde ya no nos ponemos de acuerdo ni con la figura del rey ni
con la postura de los pro monárquicos a ultranza, sino que queremos decidir
nuestros destinos por la fuerza. ¿qué tenemos que hacer? Tenemos que conformar un gobierno aparte.
En el cabildo del 22 quedó planteada la representatividad
que tenía el Cabildo para formar gobierno.
El Virrey convoca a los jefes de cuerpo para ver si tenía aopyo, porque
se quiere quedar. Saavedra, Jefe de los Patricios le dice que ellos no van a
apoyar otra cosa que no sea lo que resuelva el Cabildo. El Virrey quiere salir a Córdoba pero llega
nada más que hasta Luján porque no lo dejan y el gobierno queda acéfalo.
Entonces el 25 se ven en la obligación de crear una junta de gobierno que toma
las primeras medidas y ya comienza a actuar como Gobierno.
A esto, el obispo Lué con muy buen criterio y Juan José
paso, terminan adicionándole una causa de importancia: ‘Ustedes quieren ser los
representantes de este movimiento, pero ustedes son nada más que la ciudad de
Buenos Aires. ¿Y las ciudades del interior?’ Hay que mandarles a comunicar para
que adhieran.
La Primera Junta
tenía la obligación de comunicarle a las intendencias del interior y pedirles
que envíen representantes para formar la Junta Grande,
La intendencia de Salta del Tucumán Adhiere de inmediato y
le genera una esperanza a la revolución. El próximo ejército en salir va a ser
el Ejército Auxiliar del Alto Perú que va a pasar por acá en octubre de 1810 y
se va a internar en territorio hoy boliviano, hasta llegar a Santiago de
Cotagaita.
Lamentablemente la
historia centralista ha olvidado al interior de país a pesar de su peso propio
y su importancia.
Cuando Buenos Aires tenía 40 mil habitantes, el norte tenía
más de un millón. Esta era la gran diferencia; la riqueza se generaba acá. Acá
se consumía y se pagaba y se salía por los puertos de los dos océanos. A partir
de ahí vamos a tener una sola vía de escape por Buenos Aires y vamos a entrar
en la otra discusión: Quién es el dueño de la Aduana;
Buenos Aires, hasta el día de hoy.
El programa de balcanización inglesa dio resultados, porque
sino nosotros tendríamos que ser una potencia. Buenos Aires tiene la misma
superficie que Francia que es la cuarta o quinta potencia mundial. Tenemos la
riqueza de Córdoba y Santa Fe en la pampa húmeda. Todo el noroeste argentino
tiene un destino minero impresionante, pero nunca se hizo nada y seguimos meta
gre gre para decir Gregorio…