Una persona que se considera eminentemente práctica como yo, tiene siempre a flor de labios una pregunta: ¿para qué sirve tal o cuál cosa? Si tiene un fin práctico, en lo posible inmediato, la tomo; si no, la dejo. Así es como nunca entendí cuál es el sentido de pasar años “haciendo filosofía”. ¿Saber el Mito de las Cavernas me hace ser mejor en mi trabajo? ¿Por leer tratados de Teología voy a llevar un pedazo de pan a mi mesa? ¿Descubrir que una estrella situada a 20 mil millones de años luz de la Tierra se apagó hace una culada de años, me permitirá votar mejor en las próximas elecciones? Evidentemente no; entonces ¿para qué cuernos me sirve todo eso? Una vez escuché que en el peor de los casos saber de mitología griega, por ejemplo, sirve para saber de mitología griega... y punto. Creo que esa respuesta me vino muy bien para justificar muchas de las cosas que me gustan y que, siguiendo mi razonamiento anterior, no tienen mayor sentido. Al fin y al cabo los hombres somos contradictorios che... ¿o no?
Así es que puedo justificar un cierto aprecio por la Historia. Napoleón se murió hace muchos años; de San Martín sólo quedan cenizas en un cofre de la Catedral de Buenos Aires y el Pitecantropus ya no habita entre nosotros. Yo tengo que vivir día a día mirando para adelante, entonces ¿para que me sirve saber Historia? Pues para eso, para saber Historia....
Pero a mí me llevó muchos años comprenderla medianamente y lograr que de vez en cuando me interesara. Creo que la razón de eso es la manera en que me la enseñaron en la escuela secundaria, donde el aprendizaje de los conocimientos se convierte en una tortura y no en un placer como debería ser. Por eso yo quiero tomarme el atrevimiento de usar este humilde blog para enseñarle Historia, muy rápida y fácilmente, a quienes tengan la valentía de leer las macanas que en el escribo. Manos a la obra entonces.
La Historia está llena de muchas cosas; todo es Historia. En estos momentos por ejemplo, estoy escuchando un CD de Edith Piaf, que ya es Historia... Por eso, para hacer las cosas rápido, lo mejor es tener dos o tres puntos en claro, que son los más importantes. Lo primero, es conocer cómo se divide la Historia universal. A saber en:
1) HISTORIA ANTIGUA: Fue hace muuuucho mucho. El planeta estaba poblado por unos seres medio bestias, todos peludos, que caminaban encorvados, diciendo cosas ininteligibles como uggll dapum grrrrrss mspufgbuajjj y pegando garrotazos a troche y moche.
2) HISTORIA MEDIEVAL: ¿Qué es el Medioevo? A ver cómo lo explico... Tal vez un ejemplo gráfico sea lo mejor.
MEDIOEVO
3) HISTORIA MODERNA: La edad moderna transcurre más o menos desde mediados del siglo XV a finales del siglo XVIII, es decir, entre la Medieval y la Contemporánea.
4) HISTORIA CONTEMPORÁNEA: Es la de ahora ¿vio?. Acá entran Menem, los Kirchner, Bush, Bin Laden, Margaret Tatcher y todos esos personajotes. Usted ya la conoce sobradamente, así que mejor no perdamos tiempo.
Bueno, creo que por hoy es suficiente. Al final fueron mucho menos de cinco minutos, así que no se pueden quejar.